Un Perro para todo

“UN PERRO PARA TODO”

Los comienzos de mi afición por la caza se remontan a  los años 90, cuando mi padre y su grupo de caza subían a cazar a Castilla y León, donde estaba permitido cazar en lo no acotado. Nuestra zona de acción era la del sur de Ávila, una zona poco poblada, donde agradecían el hecho de que fuésemos a reducir las poblaciones de Jabalíes.

Era un tipo de caza realmente sana, colaborativa y respetuosa.

Todo lo que se abatía se destazaba y repartía equitativamente y lo que peor estaba a causa de los tiros o mordiscos de los perros se destinaba a alimentar estos. El trofeo era el ir a cazar y pasar un buen día en el campo, no recuerdo haber hecho ni una sola tabla, y se mataban varios ejemplares todas las temporadas de más de 100kg. Las jornadas de caza empezaban muy muy temprano, yo siempre estaba despierto, pero no siempre me llamaban para ir a esa jornada, cosa que me cabreaba realmente mucho. Esa modalidad de caza es realmente emocionante y entretenida, ya que los perreros resacaban mancha por mancha y los puestos intentaban cubrir los sitios más querenciosos de escape. Aun recuerdo las ladras acercándose y notar como los latidos del corazón iban subiendo en número proporcionalmente a la cercanía de los perros. Por culpa de estas prácticas, el gusanillo de la caza fue creciendo en mí y a día de hoy es todo un “vicio”

Después de unos años de pausa a causa de los estudios retomé mi interés por la caza, la cosa había cambiando mucho y lo no acotado en CyL ya no era libre y en Extremadura la caza al salto del jabalí no estaba permitida, así que opté por iniciarme en la menor. Para lo cual me regalaron mi primer perro de muestra, como no, una Pointer hembra de 5 años llamada Marquesa, todo pasión y muestra, sufrí y disfruté a partes iguales con ella, pero me enseñó mucho sobre la caza de la perdiz. Me regaló grandes muestras, pero cuando subía a la sierra del puerto de Honduras, no solía verla más de 3 veces en toda la jornada de caza. Antes de que esta faltase, me regalaron un cachorro de Bretón, para que la maestra lo “enseñase”, o eso creía por esos entonces. El mito del perro maestro para mí por esos entonces era totalmente cierto, además de lo más cómodo, jajaja. Este fue un perro poco precoz, pero que tras sus primeras 4 temporadas de caza en las cuales no hizo nada especialmente reseñable,  sinceramente, no creí que fuese a ser un perro aprovechable y cada temporada que pasaba temía la falta de la pointer. Pero ya con esta con 12 años y en plena forma, el perrete empezó a asentar y a poner perdices, disfrutando mucho mucho en la sierra con él, aún recuerdo mi primer doblete con él en el pico de pasafrío. Muestra muy muy firme, se arrancó la primera, la abatí y con el tiro la otra se puso en escape abatiéndola también.

Pero había algo que me faltaba, por un lado la pointer tenía casi todas las cualidades que me gustaban en un perro de caza, potencia y constancia, pero le faltaba cabeza y cualidades para resolver un rastro, así como capacidad para cobrar esas perdices de ala que tantas horas he perdido buscándolas entre los canchales de la solana de mi pueblo. El Bretón tenía la pasión, pero le faltaba constancia, era una máquina, pero a las 11 u 11:30 ya no tenía perro, se quedaba detrás de mí. También tuve setter, pero el resultado no fue tampoco el deseado. Hasta que llegó a mis manos Zeus(Genaro del Tone), una auténtica maquina de cazar, precoz, con pasión, incansable, con cabeza, un gran cobro natural y un sinfín más de cualidades muy necesarias y apreciadas por mi parte. Desde que este tuvo 1 año supe que debía criar esta raza para intentar criar perros que fuesen iguales a este, sabía que serían grandes perros de caza y que muchos más cazadores disfrutarían de ella. Resumiendo. Con 6 meses empezó su primera temporada de caza, no pensé que se fuese a enterar de mucho y lo cazaba con el bretón y el setter, pero cual fue mi sorpresa cuando desde la primera perdiz que le abatí, empezó a disputarles los lances a los adultos, lo cual me animó a sacarlo sólo. Para mi sorpresa con menos de 7 meses ya le había matado varias perdices trabajadas por él solo. Esto unido a una buena temporada de perdiz, lo convirtió en mi mejor ejemplar, capaz de desenvolver rastros de perdiz y de BECADA!!! Recuerdo como le vi agachar el morro pegado a una pared, por donde habían pasado hasta 3 perros adultos y 30 metros más arriba, volar su primera becada, rebuscarla, encontrarla y abatírsela. Y no fue la última esa temporada 😉 Con 8,5 meses fui a una suelta con unos amigos, los cuales llevaban perros con varias temporadas de caza y sin duda, él fue de nuevo el mejor, el que más puso y al que más se le abatieron. Y partiendo de esta base tan buena, empezamos a criar, morfológicamente no era un perro excelente, pero tampoco era nada malo, a día de hoy tengo una nieta con la que estoy realmente ilusionado, es una copia de su abuelo en el campo y una perra casi perfecta tanto en conformación como en pelo, sin duda es un gran paso adelante y una confirmación para mí, pero siempre hay pequeños detalles a mejorar, y en eso estamos. Así que si queréis un perro tan bueno como Zeus, puede que lo tengáis que elegír en EBEA.

Pues continuamos con la historia  y desde que decidí que iba a hacer una web de mi perrera, ya tengo otro espectacular ejemplar. Flor de Ebea, será la primera que iguale a Zeus? La verdad es que después de su primera temporada podría decir que si comparamos mes por mes sí que lo ha superado en casi todos los aspectos, pero claro es una hembra y estas asientan mucho antes, pero también se estancan antes, así que sólo queda esperar. Hasta el momento es el primer ejemplar que le he conseguido matar no una sino varias perdices salvajes antes del año de vida, de hecho a acabado la temporada con menos de 9 meses y unas sensaciones realmente buenas por ponerla un pero diría que el calor la afecta como al resto de los Drahthaar, una pena que no sea como su tío Dwisper, uno de los perros que mejor  rinde en jornadas largas y sin apenas agua, pero bueno no se puede tener todo y si lo tuviese seguro que tendría la boca mal (Jajaja, esto es sólo una broma que hacemos los criadores cuando vemos un perro joven que pinta realmente bien )

Así que como no hemos conseguido AÚN el drahthaar perfecto, ya estamos pensando en nuestras siguientes camadas y sobre todo pensando que machos son los que realmente pueden aportar lo que yo quiero a un perro para lo que yo lo quiero, que es ni más ni menos que CAZAR PERDIZ ROJA SALVAJE  (ya sabéis una cosa sencilla jajajajajajajjajaja)

Esta parte que os he contado es la parte más sentimental y práctica, pero en nuestras casa, no nos gusta quedarnos en lo que “a mí me gustaría” y vamos un paso más allá, para eso sometemos a nuestros ejemplares a los test de salud y de pruebas de caza más exigentes:

Radiografías de displasia de Cadera ED, Codo HD y Osteocondritis disecante OCD.

Vom Wilebrand

Pruebas de trabajo españolas:

-PAN: Prueba de Aptitudes Naturales

-Rastros: Cobros por rastros de Pelo y Pluma

-Caza Práctica

-Campo y Agua

Pruebas de trabajo  POLIVALENTES Alemanas:

-VJP: prueba de trabajo para perros jóvenes en primavera

-HZP: prueba de trabajo para perros jóvenes en otoño.

Con esto nos aseguramos que nuestros ejemplares cumplen con los requisitos mínimos exigidos por la Vdd, Asociación de D. Drahthaar en Alemania para la cría. Y repito, que además y para mí lo más importante:  mis ejemplares son aptos para la caza de perdiz roja salvaje, cosa que realmente estoy seguro que marca la diferencia entre un buen perro de caza y uno excelente, de esos que como me ha pasado a mí, te marcan y recuerdas para TODA TU VIDA. Ya que sin duda es la pieza más difícil, lista y escurridiza a la que me he enfrentado.

Freya de Ebea con corza y Mus con corzo ambos de mi amigo Carlos.

Una vez dicho esto, no debemos olvidarnos de lo que es un Buen Drahthaar: debe ser un perro  que por carácter, fuerza, INTELIGENCIA y pasión, rinda bien en cualquier situación de caza y convivencia diaria. Ya sea, como me he hartado a decir, un gran perro de perdiz, pero también un inmejorable perro de acuáticas: ralizando tanto cobros como excelentes trabajos de búsqueda y desalojo de vivas o heridas. Un excelente auxiliar en nuestras jornadas de montería, rececho o caza al salto de jabalíes, corzos, etc. Insuperable perro alimañero, que dará buena cuenta de cualquier “visitante” no deseado. Incluso como es el caso de mis perros, como Perro Guardián. Para mí sin duda, por todo lo dicho, el D. Drahthaar es el perro POLIVALENTE por excelencia. No seremos los más bonitos, tampoco los más rápidos, pero SÍ los MEJORES EN CONJUNTO.